La AAMI denuncia nueva masacre en el Congo cuando estamos inmersos en el dolor producido por atentados en Europa, la noticia de la muerte de 30 personas refugiadas, de ellas 15 mujeres, y al menos, 117 personas heridas en Kamayonla, Kivu Sur, este de la RDC, nos vuelve a recordar que el terror no cesa en las difusas fronteras de Burundi, Ruanda y Congo.
Más de 400.000 burundeses se han exiliados por la grave crisis política causada por la reelección del presidente del país en 2015. Y en los países limítrofes abarrotan los campos de tránsito del Congo. ACNUR, el gobierno de Burundi, la misión de la ONU en Congo piden investigar, mientras diversas fuentes achacan a la represión por parte de las fuerzas de seguridad congoleñas de una marcha de protesta por la detención de 4 personas refugiadas burundesas no acogidas en los campos de tránsito de ACNUR la causa de la masacre.
Todos somos responsables por cerrar los ojos a una región africana que lleva demasiados años instalada en “masacres impunes” comunica Jean Jacques, responsable de la ONG, contraparte local de los proyectos que la AAMI apoya en la región.
Actualmente, la Asociación Africanista Manuel Iradier, apoya proyectos en clave de desarrollo cofinanciados por la Diputación Foral de Álava, centrados en el empoderamiento de las mujeres rurales, y proyectos en clave humanitaria de emergencia, precisamente dirigidos a estas poblaciones burundesas en situación de refugio en el campo de transito que la ACNUR ha instalado en la localidad de Lusenda, este de la RDC, con el apoyo económico de la Agencia Vasca de Cooperación para el Desarrollo; y el pasado mes de agosto se activó el Fondo Alavés de Emergencia, cogestionado por el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz y la Diputación Foral de Álava, para atender otra crisis humanitaria derivada por el desplazamiento masivo de poblaciones rurales en estos mismos territorios congoleños.
